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Bueno pues nos encontramos ya en las últimas semanas del entrenamiento y con un porcentaje de abandono de en torno al 60%. Los que quedan han superado ya la primera fase y se preparan para encarar la recta final que les llevará hasta su boina verde y el reconocimiento de toda una nación.
RMC fitness. Manual de entrenamiento de Sean Lerwill
La presente información se ha extraído del libro Royal Marines Fitness de Sean Lerwill, instructor físico de los RMC y que explica, más o menos claramente, en qué consisten estas pruebas. La primera parte de este articulo estudia las pruebas físicas que se realizan durante la fase de instrucción de los RMC, mientras que la segunda estudia las pruebas de las últimas semanas que son las denominadas pruebas de comandos para conseguir la ansiada boina verde.
El libro está disponible en castellano y es una auténtica guía de entrenamiento físico con programas de entrenamiento y otros consejos necesarios tanto para ingresar en el cuerpo como para afrontar cualquier reto físico que queramos acometer.
En este momento, todo miembro de la tropa de reclutas habrá pasado entre una y tres semanas en campo abierto, haciendo marchas de lardas distancias con petates muy pesados de unos 45 kilos, practicando ataques en forma de tropa y sección, ocupando puestos de observación y viviendo todo el tiempo a base de raciones de comida militar, con privación de sueño, es decir, que antes de las pruebas de comando estarán al borde de la extenuación física y mental.
Lo ideal es que estas pruebas se realicen durante cuatro días seguidos y todas deben completarse en un límite de tiempo de siete días. Sin embargo, igual que en la prueba para para la BPT, al recluta sólo se le permite fallar en una prueba, y sólo una vez. Si falla dos vuelve a la tropa y tiene que hacer de nuevo todas las pruebas desde el comienzo, incluidos los ejercicios de campaña de dos o tres semanas previos a la prueba.
La carrera de resistencia
Royal Marines en carrera
Consiste en una carrera de 3,240 metros campo a través en Woodbury Common, que incluye cruzar grandes charcos que cubren hasta la cintura (piscina de Peter), un túnel completamente sumergido (el baño de las ovejas), algunos pantanos llenos de fango (el foso de los cocodrilos) y algunos túnelesestrechos con agua corriendo por ellos (los tubos inteligentes), todo ello llevando la uniformidad de campaña, además del equipo de 9,4 kilogramos y su rifle SA80 de 4,5. Una vez pasados los túneles el recluta debe seguir corriendo todo el camino de vuelta al campamento, unos 7 kilómetros, con el equipo mencionado. Una vez en el campamento, corre por él hasta el campo de tiro de 25 metros situado en el extremo más alejado. Tiene 73 minutos para realizar esta prueba.
Sin embargo, la prueba no termina aquí. Para demostrar que ha mantenido el rifle limpio mientras la realizaba, el recluta debe hacer en este momento diez disparos a un blanco y conseguir al menos seis aciertos. Si consigue menos de seis tendrá que repetir la prueba. La razón que justifica esta prueba es que un RMC debe aprender a anteponer su arma a sí mismo y asegurarse de que funciona en todo momento.
La marcha de velocidad de 14,4 kilómetros
Se realiza con el mismo equipo mencionado arriba y el instructor mantendrá un ritmo de diez minutos por cada 1,6 kilómetros, lo que significa que la prueba se realizará en 90 minutos. La prueba es simple: hay que mantener el paso y el ritmo del compañero que tengamos delante y con ello nos garantizaremos pasarla. Sin embargo, hay que recordar que los reclutas, en este momento, estarán sufriendo los efectos acumulativos de haber pasado un par de semanas a campo abierto y haber realizado la carrera de resistencia. LA prueba es, para muchos, 90 minutos de pensamientos privados que demuestra la tan importante fuerza menta que todo comando debe poseer. Especialmente recomendable, también por la música, es este video:
La carrera de asalto Tarzán
Consiste en la combinación de dos carreras menores: la carrera de asalto y la carrera Tarzán, una carrera con obstáculos con una cuerda elevada que incluye desafíos como el deslizamiento por la cuerda de comando, el columpio en la red, el paseo del cartero, el deslizamiento al revés, el salto a la red y una pared de nueve metros para terminar. Esta carrera pone a prueba la confianza en uno mismo estando en una zona elevada, así como la capacidad para moverse con rapidez y todo ello en cinco minutos.
Marine realizando el recorrido Tarzán en Devon
En esta carrera se espera que los reclutas pasen la carrera Tarzán y todos sus obstáculos, menos la pared de nueve metros; después hacen un espín por el campamento para comenzar la carrera de asalto en el obstáculo del túnel. Después pasan todos los obstáculos de la carrera de asalto en el sentido de las agujas del reloj, y terminan con la gruta del puente. Después vuelven al a carrera Tarzán haciendo un espín y escalan la pared de nueve metros como obstáculo final.
Para la mayoría de reclutas, la carrera Tarzán es la peor prueba de todas, porque requiere un esfuerzo máximo durante todo el tiempo. Mientras que la carrera de resistencia y los 14,4 kilómetros requieren un ritmo constante, la carrera de asalto requiere el ritmo de un corredor de 800 metros, pero con obstáculos en el camino. Supone un verdadero estrés para el corazón y los pulmones, y genera mucho ácido láctico en los músculos: la sensación de ponerse enfermo al finalizar es común.
Los 48 kilómetros
Es la última prueba y aquellos que hayáis corrido una maratón entenderéis que es imposible prepararla. Mientras que en las de asalto, velocidad o resistencia media sí se puede entrenar, una marcha de 48 kilómetros, únicamente la puedes realizar el día de la prueba. La noche anterior a los 48 kilómetros, los reclutas viajan al campamento de Okehampton, en Dartmoor, donde pasan la noche. Dependiendo de la época del año, los reclutas se ponen en camino poco antes del amanecer, lo que significa que no correrán durante la parte más calurosa del día. Salen a la ruta de los 48 kilómetros en grupos de entre seis y doce reclutas. Los instructores que van con ellos conocen la ruta, pero los reclutas sólo habrán conocido los detalles el día anterior y habrán dibujado una tarjeta de ruta, esperando que se orienten mientras se desplazan.
RMC marchando en Malvinas
El tiempo límite de es ocho horas, menos los jóvenes oficiales que deben hacerlo en siete horas. Está realmente bien esta distinción puesto que genera mayor confianza en la oficialidad bajo la forma de «a ellos se les exige más» desde el inicio de su carrera. Para realizar la prueba en el tiempo indicado, es necesario correr en llano y cuesta abajo y caminar cuando se va cuesta arriba. Ah!, por supuesto el equipo de 9,5 kilogramos y el rifle de 4,5, les acompañarán en todo momento. Además, cada recluta llevará una mochila con comida y agua, impermeables, una chaqueta de abrigo, un saco de dormir, bengalas y un botiquín. El peso total del equipo estará entre los 18 y los 27 kilogramos.
Para la mayoría de los reclutas, el efecto acumulativo del tiempo pasado en campo abierto, de las tres pruebas anteriores de comando y de cierta privación de sueño durante los seis meses anteriores supone que los 48 kilómetros se transformen en una prueba muy dura. Desde la perspectiva opuesta, al ser la prueba final, hay cierto entusiasmo por ver la luz al final del túnel. Esta prueba es el punto final del entrenamiento de comandos, y es una prueba tanto física como mental, cuya superación requiere fuerza y resistencia tanto por parte del cuerpo como de la mente.
La boina verde
Después de las pruebas de comando, todos los reclutas que han tenido éxito reciben la boina verde y las insignias de comando y se convierten oficialmente en comando de los Marines Reales. Como hemos podido ver en el capítulo anterior y en este, las pruebas físicas son muchas y frecuentes y mantienen en tensión constante el recluta. Esta misma tensión es una parte del entrenamiento y de la instrucción, ya que la presión mental y física que se ejerce sobre ellos es la más parecida a escenarios de combate como Irak, Afganistán o Siria.
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